La Fundación tenía como objetivo primordial la contribución y colaboración en la realización de las obras necesarias que permitieran consolidar una vida digna para los sectores populares. Así se apuntó a fomentar el trabajo y el estudio mediante el préstamo de dinero, herramientas de trabajo o becas; y la protección de familias en condiciones de indigencia mediante la construcción de viviendas; o la construcción de establecimientos educacionales, hospitalarios, recreativos para los sectores sociales menos favorecidos.
A partir de 1950 la “Fundación María Eva Duarte de Perón” pasó a llamarse “Fundación Eva Perón”.
La Fundación Eva Perón llevaba adelante sus acciones bajo la política pública dependiente del Ministerio de Trabajo y Previsión; es decir que los recursos ya no dependían exclusivamente de donaciones privadas sino también de una planificación estatal de lo recaudado mediante impuestos. Desde la Fundación se distribuyeron libros, alimentos, ropa, máquinas de coser y juguetes a familias de los sectores más vulnerados socialmente. Eva Perón pasaba varias horas diarias ocupándose personalmente de las necesidades que hacían llegar personas de todas partes del país. De este modo, se construyeron policlínicos, hogares de ancianos, hogares para madres solteras y para jóvenes que llegaban a Buenos Aires para trabajar o realizar sus estudios.